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Pero lo del Barça de Guardiola era otra cosa. Un fútbol de otra dimensión. Tocaban, tocaban, tocaban, con calma, con parsimonia. Una, dos, tres, diez, veinte... las veces que hiciera falta, hasta encontrar el hueco, y ahí sí, ahí ponían la quinta velocidad. Un pase profundo, una pared y, mientras el equipo contrario parpadeaba, el balón ya estaba tocando la red. Un espectáculo, esa es la verdad. La selección española de aquellos años jugaba igual. Primero con Luis y luego con Del Bosque. Claro, la base era la misma: Puyol, Piqué, Busquets, Iniesta y, por supuesto, Xavi. Él era el que dirigía el cotarro en el centro. Qué jugador, tan poquita cosa como parecía, qué visión de juego. Pero el Barça era aún mejor que la selección porque tenía a Messi, la pulguita le llamaban. En su día se discutía si estaba a la altura de Maradona. Hoy, como sabes, es debate cerrado.
Me preguntas por aquel 5-0. Vaya noche. Cómo sufrimos los madridistas y cómo disfrutaron los culés. Qué manera de jugar al fútbol. Hay quien aún dice que es la mejor actuación de un equipo que vio jamás. Yo no sé, es posible. Lo cierto es que ahora mismo no se me ocurre ninguna mejor. El caso es que el Madrid llegaba fuerte, líder, después de un poderoso principio de temporada. Florentino, para hacer frente a aquel Barcelona, había fichado a Mourinho, que acababa de ganar la Copa de Europa con el Inter ganando a los azulgranas en semifinales. El anti-Pep, le llamaba la prensa al portugués. Qué te voy a contar cómo acabó aquello, ya lo habrás escuchado mil veces. Pero a lo que iba, al 5-0 de 2010. Marcó Xavi pronto, aprovechando un pase vertical de Iniesta. Vaya par. Cómo se asociaban esos dos bajitos. El 2-0 fue un gol marca de la casa. 21 veces tocaron la bola sin interrupción antes del gol de Pedro. Ese era el fútbol del Barcelona. Si dejabas que tocaran te mataban, pero a ver quién era el guapo que les quitaba la pelota. A partir de ahí ya todo fue cuesta abajo para el Barça. En el segundo tiempo no soltaron el balón. Se lo pasaban una y otra vez mientras los jugadores del Madrid perseguían sombras. Un suplicio. Un espectáculo. Hoy se usa el término con demasiada ligereza, pero si alguna vez existió el tiqui-taca fue esa noche. Los goles fueron cayendo como fruta madura. Pudieron ser más incluso. El final fue feo, hubo una tángana, en fin, para qué acordarse de eso.
Aquel Barcelona, ya lo sabes, marcó una época en el fútbol. Te voy a decir una cosa en confianza, entre tú y yo. No hace falta que te diga que soy madridista desde que tengo uso de razón, pero no he visto jugar a ningún equipo como jugaba aquel Barça. Aquello era otro fútbol, una delicia.
7 comentarios:
Tiene mérito, la verdad sea dicha, que un madridista reconozca hoy con justicia lo que dentro de 20 años recordaremos tal y como has descrito aquí.
Ponerte un pero es fácil, no nombrar a mi Real de los 80. Pero qué puedo decirte...quizá sea el corazón que me puede.
Lo que está claro es que jugar como lo "hacía" aquel Barça de Guardiola...va a ser irrepetible.
AMÉN. Siempre me quedará la duda de qué hubiese podido hacer Pellegrini con el equipo del 2010-2011.
El autor de la fotografía de ¨La leyenda del tiempo¨ y editor de el único disco de Ray Heredia ha fallecido, ¿especial nuevos medios?
@Spender No nombro a la Real de los 80 porque apenas la recuerdo. En cualquier caso, tampoco es una enumeración minuciosa y seguro que me he dejado algún gran equipo.
@Flipi Esa es la gran duda. No sólo con este equipo, sino con el respaldo institucional que tiene Mourinho. Pellegrini siempre estuvo bajo sospecha.
@Anónimo Hay un top 5 en preparación.
Gracias por vuestros comentarios :-)
¡Qué buen artículo, compañero! Y escrito por un madridista, todavía me parece mejor. Hay que ser muy objetivo y muy amante del fútbol para escribir esto. Impresionante.
Es una apreciación nimia, pero más que el Zaragoza, el equipo de Victor Fernández que jugó realmente bien al fútbol fue el Celta de Vigo.
Y lo dicho: comentario nimio, no me lo tengas en cuenta... ;)
Apreciación nimia pero interesante. Creo que tienes razón. El Celta se podría considerar una versión mejorada del Zaragoza: Víctor tenía más experiencia y el equipo tenía mejores jugadores (Mostovoi, Karpin, Gustavo López, Revivo, Mazinho...). Pero el Zaragoza también jugó muy bien con unos jugadores francamente inferiores, ganando incluso la Recopa. Precisamente un título fue lo que le faltó a ese gran Celta.
En cualquier caso, fueron dos grandes equipos, que regalaron grandes momentos de fútbol. Echo de menos a Víctor en los banquillos.
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