viernes, 30 de marzo de 2012

La vida es un top 5: Viernes de Dolores

Del mismo modo que los Globos de Oro son la antesala de los Oscars, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el Viernes de Dolores es la antesala de la Semana Santa. Siempre me ha llamado la atención que las mujeres que se llaman Dolores tengan que mirar cada año el calendario para saber qué día tienen que invitar a familia y amigos, pero así está montado este negocio. Andaba mi mente en estas profundas y trascendentales disquisiciones cuando empezaron a venir a mi cabeza canciones con un punto en común: todas ellas están dedicadas chicas o mujeres cuyo día se celebra hoy. Desde Concha Piquer hasta Marlene Dietrich, desde Siniestro Total hasta Stereototal, desde Dover hasta (en pie) El Fary, son muchos los artistas que han cantado a mujeres que lucían este nombre.

Ella también se llamaba Dolores

martes, 27 de marzo de 2012

El toque Wilder

Es uno de los grandes directores de la historia del cine. Contribuyó con su talento a engrandecer eso que hoy conocemos como la época dorada de Hollywood. Dirigió un buen puñado de obras maestras y participó en el guión de otras cuantas. Su nombre era Samuel Wilder, aunque todos le conocemos como Billy Wilder.


viernes, 23 de marzo de 2012

Canción de viernes: Cocaina (Gianna)

Escondida al final de un recopilatorio de música italiana de los sesenta -el segundo volumen de la interesante serie 'Stasera Shake!'- encontré hace unos días una canción que me sedujo por su ritmo y energía y me intrigó por su explícito título: 'Cocaina'.

En la línea del europop ye-yé de chicas de los años 60 -Italia es una mina en dicho (sub)estilo-, Gianna trata con ligereza y humor un tema peliagudo. La letra es digna de una disparatada comedia disparatada de enredo. Con la inestimable ayuda del traductor de google saco en claro que habla de un tipo que pilla treinta mil (¿liras?) de cocaína. Con las manos en la masa aparece su madre y no tiene más remedio que esconder el material donde primero encuentra: en un tarro de azucar. A alguien se le ocurre preparar un pastel, utilizando inconscientemente la cocaína como ingrediente. Ya tenemos montado el belén.

jueves, 22 de marzo de 2012

Hablemos de tacones

Anoche, tras terminar el partido Villarreal-Real Madrid, entré en twitter para pulsar el estado de la nación futbolística y ver de qué se hablaba. A los cinco minutos, harto de árbitros, penaltis, expulsiones, robos y villaratos, salí de la red social. Este jaleo insoportable es algo que se repite, cada vez con mayor intensidad, cada vez que juegan Madrid o Barcelona y que está alcanzando últimamente niveles exasperantes, pero anoche colmó mi paciencia, porque a mí lo que en realidad me apetecía era hablar de tacones.

Que nadie se alarme, no pienso ponerme ahora a confesar mis parafilias. El fetichismo lo dejaremos para otro día. El detonante de mis pensamientos fue el primer gol del Madrid, con el fenomenal desmarque y posterior brillante definición de Cristiano Ronaldo, precedido por un oportuno, preciso, sutil, clarividente y maravilloso pase de Ozil con el tacón. Es una pena que un gesto técnico tan bello (y práctico, ojo) como el del alemán pasara inadvertido entre tanto ruido en torno al arbitraje.

viernes, 16 de marzo de 2012

Sobre el Athletic y los amores furtivos

Quién sabe si existe el amor para toda la vida. Ese amor eterno del que tanto hablan novelas, películas y, sobre todo, canciones y que es tan difícil encontrar en la vida real. Cada vez resulta más complicado encontrar personas que afirmen haber estado toda la vida enamoradas de la misma persona. Uno escucha a esas parejas ancianas que presumen de ser novios desde su adolescencia y de haber convivido felices durante décadas y siente una incómoda mezcla de ternura y admiración, pensando que está ante algo anómalo, ante una especie en extinción. Este amor único de largo aliento que en las relaciones humanas cada vez nos resulta más extraño y anacrónico es, sin embargo, condición imprescindible para cualquier aficionado al fútbol. Cuando uno es de un equipo de fútbol lo es con todas las consecuencias y hasta el final. Son extraordinariamente raros los casos en que uno decide abandonar el equipo de sus amores y unirse a otra afición. Sin embargo, esto no te impide flirtrear con otros e incluso tener una breve, intensa e inocente aventura.

En mi vida de aficionado han sido varias veces las que he sentido la necesidad de disfrutar de esos breves idilios, encandilado por el estilo y la belleza de determinados equipos. No me malinterpreten, yo siempre amé al equipo al que un día, sabe Dios por qué, decidí seguir y así será hasta el final de mis días, aunque haya tenido épocas en que haya abjurado de él y a veces haya preferido no seguir sus partidos para evitarme disgustos. Pero ha habido a lo largo de mi etapa como futbolero equipos que me han hecho disfrutar enormemente, breves aventuras que me hicieron gozar y entregarme a una fugaz lujuria.

jueves, 15 de marzo de 2012

Arvydas Sabonis


Los más jóvenes lo recordarán con la camiseta de los Portland Trail Blazers, moviéndose con dificultad sobre la cancha, soportando el peso de su maltratadas articulaciones, supliendo con suma inteligencia allá donde el físico ya no alcanzaba. Los que tengan más años guardarán en su memoria la imagen de un gigante esbelto, de bigote rubio y agilidad inusitada, con la camiseta verde del Zalgiris de Kaunas o la roja de la extinta Unión Soviética, maltratando a los pívots españoles, más bajos, más lentos, invariablemente más torpes. Seguramente alguno se acuerde de aquella vez que, jugando con su selección el Torneo de Navidad del Real Madrid, destrozó el tablero al colgarse del aro, ante la inútil y pueril resistencia de Alfonso Del Corral. Otros recordarán su cuerpo, ya castigado por las lesiones, enfundado en la purpúrea camiseta del Fórum Valladolid, recibiendo asistencias de Corbalán y doblando el balón para el tiro exterior de Homicius o Tikhonenko. Y muchos, seguro, se acordarán de la temible pareja interior que formó con Joe Arlauckas en el último Real Madrid campeón de Europa, justo antes de iniciar su tardía aventura americana. A buen seguro que todos lo recordarán como uno de los mejores jugadores que hayan visto jugando al baloncesto, un prodigio de potencia, elegancia, técnica e inteligencia.
Seguir leyendo en El último partido de George Best (Libro de Notas)

martes, 6 de marzo de 2012

Versiones originales: Save me

Convendremos en que realizar una versión de una canción calcándola punto por punto, consiguiendo una copia exacta de la original, es relativamente sencillo (y alguien incapaz de tocar un instrumento como yo ha de recalcar forzosamente el adverbio relativamente). Basta con empeño y una cierta pericia instrumental. Lo realmente complicado cuando un grupo se enfrenta a la reinterpretación de una canción ajena es aportar algo diferente, conseguir llevársela a su terreno sin dejar por ello de ser reconocible, retorcerla y maquillarla sin llegar a desvirtuarla, despojarla de sus ropajes y vestirla con otros, conservando la esencia. Este tipo de versiones, distintas y novedosas (originales), son las que nos interesan en Versiones originales, la sección que hoy se estrena en Belfast Boy. Para arrancar traemos a la indiscutible reina del soul pasada por el filtro de un injustamente olvidado grupo barcelonés de finales de los 80. Pasen, lean, escuchen y, si gustan, comenten.

Aretha Franklin