lunes, 21 de mayo de 2012

El Torino siempre vuelve

Es posible que la primera vez que escuché hablar del Torino fuera cuando un bigotudo Rafael Martín Vázquez abandonó el Real Madrid seducido por las liras de la bella Italia, rompiendo así una maravillosa quinta que había empezado a descomponerse un año antes, con el batacazo ante el Milan, y acababa de recibir la puntilla en la final de Copa jugada en el Luis Casanova (actual Mestalla) a manos del proto-dream team de Cruyff. Claro que esto era algo que ni ellos ni nosotros, que andábamos celebrando récords goleadores de la mano de Toshack, podíamos aún adivinar.

Por aquel entonces, el Torino para mí era solamente el equipo pobre de una ciudad donde habían jugado Platini y Laudrup. Un par de años después, aquel equipo de Scifo, Lentini y Casagrande llegaría a la final de la Copa de la UEFA, después de eliminar al Madrid en unas semifinales donde Ricardo Rocha marcó uno de los dos goles que lo hicieron célebre en el Bernabéu (el otro sería en el tinerfeño Heliodoro Rodríguez López sólo un par de meses después).

domingo, 20 de mayo de 2012

La música como bálsamo

Hay días en que no estás para nada. Días en los que sientes el peso de la vida sobre cada centímetro de tu piel. Días en los que los recuerdos se suben a tu espalda como una pesada mochila y un puño invisible se agarra a tu pecho dificultándote respirar. Días en los que te sientes inerte y ves pasar la vida ante ti como un mal telefilme de sobremesa. Falsa y sin alma, con un guión estúpido y unas interpretaciones ridículas. La sensación de irrealidad te afixia.

Buscas algo que te haga sentir vivo. Es entonces cuando te pones a escarbar en tu colección de discos, buscando algo parecido al consuelo, aunque tampoco sea exactamente eso. Porque sabes que la música siempre está ahí, siempre ha estado ahí; porque hay canciones que en otras ocasiones te han hecho sentir mejor, te han zarandeado y te han hecho reaccionar, te han agarrado del cuello y te han sacado a flote. Tu mirada se posa en el 'Revolver' de los Beatles, que nunca te defraudó, y sólo de pensar en los acordes iniciales de 'Taxman' ya se dibuja una tímida sonrisa en tu rostro. A su lado, 'Something else' te hace un guiño y tú recuerdas que 'Waterloo sunset' es a menudo suficiente para hacerte olvidar los problemas.

viernes, 18 de mayo de 2012

Canción de viernes: Starry eyes (The Records)

Llevas mucho tiempo buscándola. No te vale cualquiera, porque quieres que sea perfecta. Sabes lo que buscas, ya has conocido a algunas así, y por eso no te conformas con esas otras que te gustan, que te valen para pasar un buen rato, pero que tienen algo que no te termina de llenar. No te erizan la piel y te ponen un nudo en el estómago. No te provocan ganas de abandonarte a ellas y olvidar el mundo exterior. A ti no te van las que se arreglan demasiado para camuflar su interior. Prefieres la sencillez, la belleza pura y simple. Entonces, cuando ya estás a punto de arrojar la toalla, cuando estás a punto de resignarte a no volver a sentir esa maravillosa sensación, aparece ella, preciosa y radiante: Starry eyes.


martes, 15 de mayo de 2012

Milagro en Glasgow


Coger un melón llovido del cielo y convertirlo en una maravillosa obra de arte es algo que sólo está al alcance de los elegidos. El citado melón lo lanzó al cielo de Glasgow Roberto Carlos, ese brasileño pequeñito que corría la banda izquierda del Bernabéu como si le fuera la vida en ello, y la divina transformación fue obra de un francés de gesto adusto y escasa cabellera, de nombre Zinedine Zidane. No se había visto nada igual desde la conversión del agua en vino. Dos milenios después, Glasgow tomó el testigo de Caná. Ya hablé en otro post de la vida y milagros del dios del Bernabéu, para qué repetirme.

jueves, 3 de mayo de 2012

La foto


Dentro de 30 años, en algún blog o tumblr (o su equivalente en el futuro) de fútbol vintage alguien colgará una foto de dos chicos sonrientes de cabello revuelto, pecho peludo y barba de tres días unidos por un abrazo afectuoso y sobrio. Con una toalla adidas como casual (o estratégico) telón de fondo, sus caras mostrarán una felicidad franca, serena y fatigada.

Bendito gol

Los gritos del locutor lo hicieron reaccionar. Abrió los ojos, vio el camión que se le abalanzaba y dio un ágil volantazo. Acabó en la cuneta, dolorido pero ileso. Aquel gol le había salvado la vida.

Relato premiado en el Concurso de Microrrelatos de Café Fútbol
Enhorabuena a los otros dos ganadores, Tomeu Terrades y Juan Torrandell, así como a los miembros del blog Café Fútbol por sus 5 años de vida y por una iniciativa tan interesante.