viernes, 8 de marzo de 2013

Los perros tienen dos vidas (recuerdos de la primera)

Chucho redivivo (Foto: Emilio Fernández)

"Tras 10 años como formación, Chucho han decidido separarse poniendo así punto final a la historia de una de las bandas más importantes de la escena independiente nacional de la última década". Con estas líneas anunciaba en 2005 la discográfica Sinnamon Records el fin de Chucho. Ahora, ocho años después, el perro vuelve a la vida, y a mí me asaltan recuerdos de las veces que me cruce con él en su primera existencia.

Vi por primera vez a Chucho en directo en la granadina sala Cha Cha Cha, cuyo nombre encogió con el tiempo, quedando reducido al monosílabo Cha. Era una sala, cercana a la Plaza de Gracia, que programaba fundamentalmente salsa, pero que en determinada época solía organizar conciertos (ejem) indies. Allí tocaron La Buena Vida la primera vez que visitaron Granada. Creo que también era la primera vez que Chucho tocaba en la ciudad, presentando Tejido de Felicidad.

Precisamente fue siempre Tejido de felicidad mi disco favorito de Chucho. Se trata, supongo, de una cuestión puramente personal: el momento en que salió, mi situación particular, mis gustos entonces. Muchas madrugadas de música y alcohol de aquellos años (y alguna no tan remota, confieso) tuvieron 'Magic' como parte imprescindible de la banda sonora. Porque, aunque 'Revolución' y 'Cirujano patafísico' eran dos hits, 'Magic' fue la canción bandera de un disco que apartaba la oscuridad de 78, su predecesor, y abrazaba la luz, el pop e incluso cierta electrónica tan en boga a finales de los 90 y que, sin embargo, no ha envejecido nada mal.

En la parte final del disco, antes de que la calma de 'Una nueva vida', la furia punk de 'Perruzo' ("tengo sed y hambre, tengo ganas de meter", he aquí el Chucho más salvaje, el perro indomesticable que atiende a pulsiones primarias) y una tierna hidden track pongan el cierre, aparece 'Una f-foto tuya', debilidad personal. Con ecos del Twin Peaks de Lynch, la canción habla de inoportunas fotos que descerrajan un cajón de recuerdos guardado con siete llaves en nuestra memoria, y abre con una frase jodidamente inquietante: "la ciencia ficción es ese futuro en que lo seguro es que ya no seremos jóvenes".

Tras el concierto en la (Cha Cha) Cha, volví a ver a Chucho poco después en un Festival del Zaidín, cuando éste aún disfrutaba de buena salud y no agonizaba fruto del abandono institucional. Allí, encajonado entre el nuevo Los Cármenes y el Palacio de Deportes, Alfaro y compañía cerraron el concierto con una tremebunda 'Ines Groizard'. ¡Vientre, barriga y mundo!

Creo que presencié otros dos conciertos del grupo, todos en Granada, todos en escenarios diferentes. Uno fue en el mítico Planta Baja. El último, en aquella sala Quilombo situada a las faldas de la Alhambra, en el alto Realejo (desconozco si sigue existiendo). Allí presentaron Koniec, su último disco. El título, como se encargó de aclarar el propio Alfaro en su día, hacía referencia a la palabra que aparecía al final de los dibujos japoneses checos que veía en su infancia. Koniec significaba fin y, como si fuera algo calculado (¿lo fue?), poco después de aparecer el disco, Chucho anunciaba (ya me perdonarán el pueril y previsible juego de palabras) su propio koniec.

Sin embargo, si los gatos tienen siete vidas, los perros, según parece, tienen al menos dos. El rumor saltó la pasada Navidad, cuando en la página de facebook de Surfin' Bichos una actualización de estado rezaba "Chucho volverá a ladrar esta primavera". Un par de meses de incertidumbre y rumores después, con Alfaro ni confirmando y desmintiendo, el runrún se hizo noticia: " Pero resultó que al parecer el perro ya había echado a andar por sí solo, y nadie dijo no al perro. Todos dijeron sí al perro. Eso fue hace nada, un par de meses, y ya lo tenemos en la carretera, corriendo a morder los escenarios de importantes salas y festivales". De momento se han anunciado dos conciertos para abril, en Madrid y Valencia. Habrá más. Serán, seguro, pieza codiciada en el cada vez más menguado festivaleo veraniego patrio. Más difícil será, con Alfaro centrado en su proyecto en solitario, que veamos nuevos temas de Chucho, pero quién sabe. El perro ha roto a ladrar y a ver quién lo calla ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails