martes, 25 de octubre de 2011

Cuando el Granada era el matagigantes

En 1972 Miguel Ríos editaba su cuarto álbum, un directo titulado 'Conciertos de rock y amor', donde cantaba canciones propias amén de versiones de Ray Charles, Little Richard, Elvis Presley, Wilson Pickett y Dion. Los Ángeles, mientras, publicaban 'Pequeñas cosas', un disco en el que recopilaban canciones repartidas en singles ya editados ('Una vez juré', 'Óyeme, niña', 'Mónica'), con la inclusión de algún tema inédito. Enrique Morente, que un año antes había publicado su 'Homenaje flamenco a Miguel Hernández', cantaba en la sede de la Unesco y recibía el Premio Nacional del Cante que otorgaba la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera. Y en 1972 el Granada C.F. estaba en Primera, codeándose en la parte media-alta de la tabla con ilustres como Athletic Club de Bilbao, Real Sociedad o Atlético de Madrid.

Granada 1971/72

El 9 de abril de aquel 1972 el Barcelona buscaba una victoria en el granadino estadio de Los Cármenes para intentar enjugar la diferencia de dos puntos que, a falta de seis jornadas, lo separaba del líder, el Real Madrid. La tarea para los blaugranas no era sencilla, pues el estadio del Granada se había convertido en un fortín inexpugnable, donde los locales no habían sido derrotados en toda la temporada. Sin ir más lejos, quince días antes, el Athletic de Iribar, Sáez y Rojo se había ido para Bilbao con una contundente derrota por 5-1. El Granada que entrenaba Joseíto (exfutbolista granadino que había sido tetracampeón de Europa con el Real Madrid) era un equipo serio y duro, que suplía con intensidad su posible déficit de talento. La visita a Los Cármenes, por tanto, era una fecha temida por todos los rivales. La pareja que formaban en la zaga el argentino Aguirre Suárez y el paraguayo Pedro Fernández era suficiente para amilanar a cualquier delantero. Fue en aquellos días cuando se empezó a fraguar la fama de equipo violento, que crecería en las temporadas posteriores. "Jugar en Granada es como ir a la guerra", llegó a declarar un par de años después el barcelonista Asensi.

Enrique Porta
El partido contra el Barça se puso pronto de cara para el conjunto granadinista. En el minuto cinco, un córner botado por Vicente desde la izquierda era cabeceado por Lasa a la altura del punto de penalti. El balón, bombeado, cayó muerto a la frontal del área chica, donde Porta, el menudo cazagoles aragonés, batió con una volea a Miguel Reina. Cinco minutos más tarde, una jugada personal de Asensi acababa en gol, pero el árbitro no lo concedía por haber pitado falta anteriormente. Las protestas de los azulgranas, que le recriminaban al colegiado no haber aplicado la ley de la ventaja, fueron estériles.

Cuando apenas se habían jugado dos minutos del segundo tiempo, un nuevo gol de Porta sentenciaba el partido, colocando el 2-0 en un marcador que ya no se movería hasta el pitido final. El Barça se distanciaba a cuatro puntos del Madrid y el Granada se colocaba en la octava plaza, soñando con la clasificación para la recién inaugurada Copa de la UEFA.

La victoria ante el Barcelona, sumada a las ya conseguidas en Los Cármenes contra Atlético de Madrid (1-0), Valencia (1-0)  y Athletic (5-1), alimentó la leyenda de matagigantes del Granada, consolidada cuando, una semana después de la victoria ante el Barça, el Real Madrid de Zoco, Pirri y Velazquez salía también derrotado de Granada por 2-1. El equipo de la ciudad de la Alhambra se había convertido en la gran revelación de la competición.



El Barcelona no consiguió el título de Liga aquella campaña, terminando tercero a cuatro puntos del Madrid. El Granada, por su parte, terminó sexto, la mejor posición de su historia (repetida un par de temporadas más tarde), a punto de lograr la clasificación para la UEFA. El equipo rojiblanco terminó invicto en casa, donde sólo cedió cuatro puntos, y su delantero Porta ganó el trofeo Pichichi al máximo goleador de la Liga, tras marcar 20 goles. Una temporada redonda para el club presidido por Candi. La mejor de su historia.

Cuatro temporadas más estuvo el Granada en Primera División. En la 1975/76 descendió y emprendió un vagabundeo de 35 años por las divisiones inferiores del fútbol español, hasta que el pasado mes de junio ascendió superando en la promoción al Elche.

Casi cuatro décadas después de aquella victoria granadinista, el Barcelona vuelve a visitar Granada. Esta vez el partido no se disputará en el mítico estadio Los Cármenes de la Avenida de Madrid, demolido hace años, sino en el Nuevo Los Cármenes, levantado en 1995 en el barrio del Zaidín. Las circunstancias han cambiado mucho para el Granada. Ya no es aquel equipo correoso e inquebrantable en su feudo, al que todos los rivales temían visitar. Ahora se trata de un recién ascendido que intenta hacerse hueco en la Primera División, aunque solamente ha logrado 5 puntos en los 8 partidos disputados hasta ahora. Enfrente, un Barcelona campeón de Liga y de Europa, que buscará resarcirse rápidamente del reciente empate en casa contra el Sevilla. Teóricamente, el Granada se presenta como víctima propiciatoria ante los culés. Pero quién sabe, quizás se produzca el milagro; quizás el Granada, desafiando todos los pronósticos, logre vencer al poderoso Barcelona. Por qué no soñar con que esta noche el equipo rojiblanco empiece a recuperar su vieja leyenda de matagigantes. Al fin y al cabo, ya se sabe que todo es posible en Granada.

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Mi agradecimiento a José Luis Ramos Torres, autor del blog 5000 y un Ramos (imprescindible rincón para profundizar en la historia del Granada C.F.) por su amabilidad al cederme las fotos que acompañan al texto.
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Más información:
Crónicas del partido en El Mundo Deportivo, La Vanguardia y ABC.
La mejor temporada (5000 y un Ramos)
www.14abril1931.tk (Historia del Granada C.F.)

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