Los goles de Szarmach y Denya hacían inútil el solitario tanto de Fabio Capello en las postrimerías del partido. La selección que cuatro años antes había sido campeona del Mundo perdía por 2-1 ante Polonia y un 23 de junio decía adiós a la Copa del Mundo de Alemania 1974 sin ser capaz de superar la primera fase. 36 años y un día después se ha repetido la historia. Desde entonces nunca los transalpinos habían vuelto a caer en la ronda inicial de un Mundial. Han sido dos veces campeones, una finalistas, dos semifinalistas, una cuartofinalistas y otras dos veces octavofinalistas, siempre superando la liguilla de grupos.
La herida esta vez es aún más honda. En el 74 Italia fue eliminada siendo tercera de su grupo después de ganar a Haití, empatar con Argentina y perder con la entonces poderosa Polonia. Esta vez la última posición del grupo es el premio a los dos míseros empates cosechados contra Paraguay y Nueva Zelanda. No ha sido capaz de ganar un solo partido en un grupo más que asequible. Preocupante.
Italia siempre será Italia. Evidentemente, nunca le podemos pedir que se convierta en la Brasil del 70 o la Holanda del 74, pero siempre ha contado con uno o dos jugadores distintos, especiales. Allí los llaman fantasistas. Las selecciones italianas se han caracterizado tradicionalmente por un bloque compacto y una táctica defensiva, pero siempre han tenido uno o dos jugadores, trescuartistas habituamente, que ponían las gotas de calidad en la zona de arriba. Fantasistas fueron Rivera y Mazzola en su día y posteriormente jugadores como Baggio, el infravalorado Zola, Totti o Del Piero han cumplido esa función. En algunas ocasiones ha habido debates casi de estado entre dos de esos jugadores -¿Baggio o Totti?, ¿Baggio o Zola?, ¿Totti o Del Piero?- porque, eso sí, la idea de formar de salida con dos de ellos es excesiva para la mentalidad italiana. Con uno basta.
Sin embargo, nunca ha habido una selección azurra con tanta carencia de calidad como esta de 2010. En este equipo se ha echado en falta ese jugador decisivo al que todos buscan cuando las cosas se tuercen. Tan sólo el lesionado Pirlo tiene calidad para ello, aunque su posición en el campo es más retrasada. La culpa no es achacable exclusivamente a Marcello Lippi. Con Totti y Del Piero dando sus últimos coletazos, no se atisba relevo. Es evidente que la siempre fructífera cantera italiana no pasa por sus mejores momentos. Sí existe, sin embargo, un jugador diferente en el fútbol italiano. Un hombre que podía haber puesto la dosis extra de calidad que se ha echado tanto en falta. Me refiero a Cassano, el díscolo delantero que en su año en el Madrid se limitó a ganar kilos -en sus dos acepciones- pero cuya reciente temporada en la Sampdoria ha sido más que notable. Esas gotas de imaginación y locura le habrían venido a los italianos como agua de mayo en tierras sudafricanas. Lippi decidió prescindir de él y el resultado muestra que la decisión puede que no fuera la mejor. En el pecado lleva la penitencia el Paul Newman italiano.
Por supuesto que no es la falta de talento ofensivo lo único que ha condenado a los italianos. En 2006 levantaron la Copa amparados en su clásica seguridad defensiva. Esta vez ni siquiera la defensa, mediocre y envejecida, ha estado a la altura. No sólo falta calidad en campo contrario, también en el propio. La épica no ha podido suplir la falta de talento.
Uno tiende a pensar que, ante esta alarmante falta de talento, la travesía del desierto de Italia va a ser prolongada, pero ha visto ya muchas veces al fútbol italiano caerse y levantarse como para caer en afirmaciones tan categóricas. Después de tocar fondo sólo se puede ir a mejor. Seguro que dentro de poco -la próxima Eurocopa, el próximo Mundial- Italia vuelve al lugar que le corresponde. Para ello necesitará, eso sí, cuanto menos un fantasista en sus filas.
2 comentarios:
via skup te acabo de redescubrir. como dirían los dorian "no sabes cuanto te he echado de menos" desde que soitu nos dejó huerfanos aquel octubre de 2009. incluso "cuantos te han echado de menos".
me pongo a leer tus post y creo que me registraré en skup ... como me gustó la eurocopa que hicimos en soitu.
abrazos. el lateral zurdo
lateral zurdo, qué alegría volver a saber de ti!! Aquella Eurocopa en soitu fue maravillosa. Me estaba acordando, precisamente hoy, dos años después y con el partido ante Portugal a la vista, de aquel artículo que escribiste en que achacabas parte del mérito de la victoria de España a Cruyff. Qué razón tenías.
Algunos de los que estábamos en soitu andamos ahora por eskup charlando sobre el Mundial. No es lo mismo pero algo es algo. Anímate y regístrate.
Por lo demás, ya sabes que tienes las puertas de este blog abiertas de par en par para aportar lo que quieras. Estoy empezando y no sé por dónde tirará esto así que espero que entre todos me echéis una mano ;-)
Un abrazo! Seguimos en contacto.
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