Johnny Rotten |
Cuando Mourinho aterrizó en Madrid, el Barcelona llevaba ya un par de años deleitando con su pop psicodélico. Pep Guardiola había recogido la semilla psicodélica plantada por Rijkaard y la había perfeccionado, logrando un sonido armonioso e imaginativo, con querencia por la melodía sin desdeñar la experimentación. El Barcelona son los 13th Floor Elevators de ‘You’re gonna mis me’. Guardiola es el Captain Beefheart que crea composiciones únicas con su Magic Band, el obsesivo Syd Barret que creó mundos fascinantes con Pink Floyd hasta que perdió la cabeza. El Sargento Pepper con la Lonely Hearts Club Band.
Syd Barret |
La evolución del Madrid esta temporada es notable. Ya no es el equipo que escupe descargas violentas sin sosiego. Han encontrado el placer de la pausa y su sonido se ha enriquecido notablemente. El equipo esta temporada ha adquirido gusto por la melodía. No se trata ya de pegar guitarrazos cuanto más rápido mejor, sin importar la pericia ni la cohesión. Han aprendido a tocar todos juntos, afinados, sin hacer cada uno la guerra por su cuenta, y a administrar sabiamente la velocidad y la calma. Han evolucionado de la suciedad brutal de Sex Pistols al power punk de Ramones, Buzzcocks e incluso Undertones. Se han enriquecido con otras culturas, al estilo de los Clash. Cualquier día vemos a Mourinho moviéndose espasmódicamente a lo Ian Curtis o luciendo las gafas de pasta de Elvis Costello o la melena rubia de Debbie Harry. Del punk al post punk y la new wave, viaje inevitable.
Guardiola, por su parte, está teniendo que, sin traicionar la esencia psicodélica, explorar nuevas vías para no caer en la repetición de la ya conocida receta exitosa. A veces se acerca a la música de baile de unos Stone Roses, otros días prueba con la belleza tóxica de Mercury Rev o se recrea en las singulares melodías de Flaming Lips. Se trata de poner al día el discurso psicodélico, de no dejar que se estanque, pero tampoco se corrompa. Seguir sorprendiendo en cada composición.
Son dos equipos sobrados de talento que interpretan partituras bien diferentes, aunque quizás se parezcan más de lo que ellos mismos crean. No en vano, si tiramos del hilo, tanto punk como psicodelia hunden sus raices en el garage sesentero.
Los buenos aficionados, aquellos capaces de saborear lo mejor de cualquier estilo, están disfrutando de una apasionante temporada, en la que los dos equipos tienen desafíos mayúsculos ante sí. El reto del Madrid es seguir avanzando, seguir añadiendo matices a ese punk directo y descarado. El reto del Barcelona es evitar convertirse en Yes.
11 comentarios:
Hacía años que no escuchaba esa canción de los 13th Floors Elevators, desde que no hay Bulevar. En fin, una joyita de lectura, mandasela a Segurola y al cortador de césped, a ver que dicen.
El otro estilo que se le puede buscar al Barça de Guardiola (aunque no permite elaborar y retorcer tanto la metáfora como tu elección), sería el post-rock, por la manera en la que basándose en elementos tan simple como la armonía y la melodía, y sin buscar premeditadamente las individualidades (a pesar de las jugadas messiánicas de Leo), crean ambientes oníricos colectivos, atmósferas reconfortantes y elaboradas, sublimes pero que a veces pueden pecar de inocuas y poco empáticas.
Y para hablar también del Madrid, en muchas segundas partes (porque ya ha dejado el partido resuelto) y en muchas visitas, y en bastantes partidos de la temporada anterior, más que esos referentes, se encontraba más cercano al pasajero punk y al rock californiano más de radiofórmula, como unos Bad Religion irregulares o, en los partidos más coñazo, unos RHCP sobrios y aburridos. Ahí sus latigazos podían ser, por compartir décadas, unos trallazos de Ash, por ejemplo.
Es el artículo más absurdo de cuantos he leído en los últimos tiempos. Las referencias musicales no son reales, ni acertadas.
En este blog te puedes hartar de leer artículos absurdos. Es una mina.
Para anónimo de anónimo: Una opinión puede gustar o no gustar pero si acertar; otra cosa son las ganas de criticar por criticar, pareces Marianico El Barbas. Por cierto, ¿conoces las referencias musicales? Vetusta Morla is death!!
"las referencias musicales no son reales?"
Tu si que no eres real , fantasma!!!
Larga vida a Belfast Boy
Para anónimo de anónimo: ¿porqué no son reales ni acertadas?
Explicamelo!!
Como apasionada del punk me ofende este reportaje, el punk no es sinónimo de violencia y los sex pistols siempre se han caracterizado por la utilización de la ironía, las letras de las canciones siempre han sido claras críticas a la situación que aquellos tiempos sufría la sociedad inglesa, buscaban provocar a los opresores, es el madrid el que hace lo posible por oprimir al pequeño, robar partidos y menospreciar a entrenadores de equipoc con poco presupuesto, realmente os creeis que pepe y compañía dando patadas se puede comparar con the clash?, a mi me recuerdan a alejandro sanz desafinando mientras llora porque los árbitros no les dejan usar porras de policía contra messi
Estoy de acuerdo con la apasionada: los Sex Pistols eran en realidad unos samaritanos de la conciencia y Sid Vicious el yerno ideal para hacer de babysitter.
No estoy de acuerdo en muchas cosas que dijiste del punk, ni tampoco en la comparación que hiciste de éste con Mou. De hecho creo que son bastante distintos. Pero me gustó la forma como lo contaste. Siempre será bueno leer artículos sobe fútbol y música. Saludo.
Este Madrid de Mourinho, contracultural y underground, tiene bastante del primer punk. Como aquél, cuenta con un pequeño pero creciente grupo de seguidores, y con el odio reaccionario de la mayoría bienpensante.
El Barcelona de Guardiola, con sus alardes de virtuosismo, su autoindulgencia y sus pretensiones intelectuales, me recuerda al rock progresivo.
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