Un pase medido de Xavi a Torres, que supera en un par de portentosas zancadas a Lahm, se planta ante Lehmann y con un golpeo cruzado de vaselina envía el balón a besar la red. Era el fin a más de cuatro décadas de sequía, a generaciones hartas de ver caer a su selección en cuartos.
Justo dos años después, la selección tiene otra cita importante. No es esta vez una final, pero es un paso imprescindible para seguir agrandando la leyenda que comenzó en Austria. Los dos protagonistas de aquella acción de Viena no atraviesan ahora su mejor momento. Torres no encuentra la forma después de su lesión y Xavi no parece hallarse cómodo en el campo. Sin embargo, en un momento del partido, cuando Ronaldo y compañía más aprieten, Xavi recibirá en tres cuartos de campo, se dará la vuelta, mandará un pase en profundidad a Torres, que en un par de zancadas dejará atrás a Coentrao y cruzará el balón ante la salida de Eduardo para mandar a España a cuartos de final. O algo por el estilo.
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