martes, 6 de noviembre de 2012

Rastreando las huellas futboleras de los Beatles


¿Eran los Beatles aficionados al fútbol? ¿A qué equipo animaban John, Paul, George y Ringo? ¿Charlaban entre ellos sobre goles, tácticas y penaltis cuando aparcaban los instrumentos? Medio siglo después del debut discográfico de la banda, estas sencillas cuestiones siguen sobrevolando la leyenda del grupo que cambió el rumbo de la música pop. Son muchos los que se han preguntado sobre las inclinaciones futboleras de los cuatro de Liverpool, pero no muchas las certezas encontradas. Aunque parece raro tratándose de cuatro jóvenes británicos de clase obrera en el Liverpool futbolero de los años 60, parece probado que a ninguno de ellos les interesaba mucho el fútbol. Ni en sus canciones aparecen apenas referencias futboleras ni existen demasiadas declaraciones en las que citen al deporte rey. Sin embargo, aun no tratándose de grandes aficionados, resulta difícil creer que no tuvieran algún tipo de filia por un club u otro, aunque sólo fuera por razones familiares, sentimentales o geográficas.

¿Es cierto que en la película Help! aparece una bufanda rojiblanca del Liverpool? ¿Qué veracidad se puede atribuir al rumor que sitúa a Paul McCartney en un crucero por el Caribe intentando sintonizar por radio la final de la FA Cup de 1977 entre Liverpool y Manchester United? ¿Significa la presencia de Lennon y McCartney en Wembley para presenciar la final de la FA Cup de 1966 entre Sheffield Wednesday y Everton que ambos animaban a éste último equipo? ¿Eran los recopilatorios rojo y azul editados en 1973 homenajes a los colores de los dos grandes equipos de Liverpool, como muchos se empeñan en afirmar? Muchas incógnitas.

Lo lógico sería pensar que los Fab Four simpatizaban con alguno de los dos grandes clubes de su ciudad, Liverpool o Everton. Pete Best, primer batería de los Beatles e hincha declarado del Everton, habló en cierta ocasión del gusto de Lennon por pegarle patadas a un balón, afirmando que era, de todo el grupo, el que mejor se defendía con la pelota en los pies. Según la versión del batería que tocó con los Beatles en sus seminales conciertos hamburgueses, Lennon era seguidor del Liverpool y le había confesado una vez que siempre había soñado con vestir la camiseta red. Sin embargo, en 1967, al ser preguntado por su filiación futbolera, el autor de ‘Norwegian wood’ se descolgó afirmando ser hincha... ¡del Racing de Avellaneda argentino! La razón es que en aquellos días se disputaba la final de la Copa Intercontinental entre Celtic de Glasgow y Racing. Lennon no debía de tener mucha simpatía por el equipo católico de la capital de Escocia. O quizás sólo fueran ganas de provocar.

Respecto a George Harrison, parece claro que el fútbol no le quitaba el sueño, aunque la wikipédica página ‘Everton F.C. supporters’ lo cuente como uno de los suyos. El autor de canciones inmortales como ‘Taxman’, ‘Something’ o ‘My sweet Lord’, tercero en discordia en el binomio compositivo Lennon-McCartney, dejó una frase enigmática al ser preguntado por cuál de los dos equipos de la ciudad ocupaba parte de su corazoncito: “En Liverpool hay tres equipos de fútbol. Yo soy hincha del otro”.


En abril de este mismo año, Paul McCartney fue nombrado socio de honor del Liverpool. Pero que nadie saque conclusiones precipitadas: se trataba del Liverpool de Uruguay, que aprovechando la visita del ex-Beatle a Montevideo le otorgó tal distinción. En cambio, es conocida la simpatía de McCartney por los colores del Everton, algo que le viene de cuna. Su padre, así como el resto de la familia, era entusiasta del club de Goodison Park. El jovencito Paul, por tanto, creció profesando cariño al equipo toffee. Sin embargo, según confesaba el propio McCartney en una entrevista, tras un concierto en Wembley trabó amistad con Kenny Dalglish y se le ocurrió entonces que no tenía por qué apoyar solamente a uno de los dos equipos de la ciudad. Inmediatamente el bajista se hizo también fan del Liverpool ¿Se puede amar a Liverpool y Everton a la vez y no estar loco? Para aclarar malentendidos, Paul declaraba que en una hipotética final entre ambos animaría al Everton.

Por extraño que pueda resultar, Ringo Starr no era entusiasta de ninguno de los equipos de Liverpool, sino del Arsenal, al menos durante su infancia. La razón es que su padrastro, oriundo de Londres y aficionado del equipo gunner, lo llevaba al campo cada vez que el Arsenal visitaba Liverpool. Los hijos de Ringo, sin embargo, según se dice, son socios del Liverpool. Cría cuervos.

Cuesta encontrar rastros en la obra beatleiana que puedan arrojar más luz a nuestras pesquisas. Apenas un par de referencias de pasada. La primera, en ‘Dig it’, canción incluida en el álbum ‘Let it be’ y grabada a partir de una jam session en el estudio, con la banda tocando y Lennon improvisando la letra. En un momento de la canción, Lennon cita a Matt Busby, futbolista que formó en el Liverpool durante la segunda mitad de la década de los 30. Hay quien quiere ver en la mención al jugador escocés una prueba más de la filiación red de Lennon, pero dado que Busby, una vez retirado, fue entrenador del Manchester United desde 1946 hasta 1969 (sobrevivió a la tragedia de Múnich en 1957 y se retiró un año después de ganar la Copa de Europa con George Best y Bobby Charlton), más bien parece una simple referencia popular (en la canción también se cita a B.B. King, Doris Day y la misma C.I.A.). ¿O quizás signifique que Lennon en realidad era hincha del equipo mancuniano? No liemos más la madeja.

En una versión alternativa de ‘Glass Onion’, incluida en el recopilatorio ‘Anthology 3’, aparece la voz del periodista deportivo británico Kenneth Wolstenholme, famoso por haber comentado el Mundial de 1966 disputado en Inglaterra. Al final de la canción, mientras se escucha el sonido de vidrios rotos, surge la voz del comentarista gritando varias veces “it´s a gol!” entre la multitud rugiente.


La famosa portada del disco ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’ también contiene una sutil referencia al mundo del fútbol. La tapa, obra de Peter Blake, es un mosaico que muestra a los cuatro Beatles rodeados de multitud de personajes pertenecientes a la cultura popular, desde Marilyn Monroe hasta Oscar Wilde, pasando por Marlon Brando, Edgar Allan Poe, Bob Dylan, Mae West, Aldous Huxley o Sigmund Freud. Entre la multitud, a la derecha de George Harrison y medio tapado por el cabello de Marlene Dietrich, aparece Albert Stubbins, el pelirrojo delantero centro del Liverpool de los años 40 y 50. Según parece fue Lennon el que sugirió que Stubbins apareciera en el collage de personalidades diversas, mientras McCartney pretendía que el futbolista elegido fuera Dixie Dean, célebre delantero del Everton entre 1925 y 1937. Teniendo en cuenta que Stubbins jugó con los reds durante los años de infancia de Lennon, que es la época en que se suele forjar la íntima relación entre uno y su equipo favorito, ganaría peso la teoría de que Lennon era aficionado del Liverpool desde pequeño.

Una vez disueltos los Beatles, Lennon siguió publicando discos en solitario. En 1974 vio la luz ‘Walls and Bridges’, un álbum que los melómanos recordarán por canciones como ‘#9 dream’ o ‘Whatever gets you thru the night’ y los futboleros por su original portada, que mostraba un dibujo realizado por el propio John en 1952, cuando contaba 11 años. Los trazos infantiles revelan una escena de un partido de fútbol en la que un portero con camiseta azul atrapa el balón ante la mirada de futbolistas con camisetas rojas y blanquinegras. Por la fecha del dibujo y las equipaciones, se adivina que la imagen representa una acción de la final de la FA Cup de 1952, que disputaron Newcastle United y Arsenal, con victoria de los primeros por 1-0. Es probable que el pequeño Lennon viera alguna fotografía de la final en el periódico y quisiera plasmarla con sus lápices de colores.

Un detalle cinéfilo para ir terminando: En un momento de la película de animación Yellow Submarine aparecen dos equipos de fútbol con equipaciones roja y azul. Es obvio identificar ambas camisetas con los dos grandes equipos de Liverpool.

A estas alturas resulta evidente que el fútbol no ocupaba un lugar primordial en la vida de ninguno de los cuatro Beatles, aunque pudieran simpatizar levemente con uno u otro equipo o interesarse de forma muy tangencial. Corre la teoría de que el manager Brian Epstein les prohibió hablar de fútbol para eludir polémicas y evitar perder fans que fueran hooligans de uno u otro equipo. Aunque la explicación, dado el carácter controlador de Epstein, resulta plausible, esto no explica por qué, una vez disuelta la banda, los miembros tampoco se posicionaron claramente. La realidad parece más sencilla: Epstein pudo sugerirles discreción, pero ellos tampoco tenían especial interés por el fútbol. A uno le cuesta creer que, mientras el Liverpool de Shankly y Pasley ganaba Ligas y Copas de Europa, mientras Harry Catterick triunfaba al frente del Everton, ellos se mantuvieran indiferentes al fenómeno. En fin, eran tan buenos en lo suyo que se lo perdonaremos.

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Texto publicado originalmente en el número 3 de Lineker Magazine.

3 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Cuantos datos...

Javimetal dijo...

Que Ringo Starr fuese gunner es otro argumento más para quererlo más que al resto, aunque su talento fuese el más limitado. O precisamente por eso.

nadie dijo...

Impresionante artículo. Como beatlémano empedernido y forofo futbolero (para más señas, colchonero y "red"), siempre me había interesado este aspecto tan poco comentado de la historia de los Beatles. Nunca había visto, ni siquiera en inglés, una artículo como el suyo. Mis felicitaciones.

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