Cuando en 1980 The Jam editaron el single 'Going underground', con 'The Dreams of the children' en la cara B, ya eran un grupo célebre en la escena musical británica. Con cuatro discos a sus espaldas, el trío liderado por ese Ray Davies airado que era Paul Weller ya había publicado un buen puñado de exitosos singles que se habían colado en las listas de éxitos. El primero fue 'In the city' y a él le siguieron otros como 'All around the world', 'Down in the tube station at mighnight', 'Strange town' o 'Etton rifles'. Fueron, sin embargo, la melodía saltarina y el irresistible ritmo de 'Going underground' los responsables del primer número uno de The Jam en las listas británicas, algo que repetirían más tarde con 'Start!', 'Town called malice' y 'Beat surrender', su último single antes de que en 1982 decidieran aplicar una digna eutanasia al grupo, evitando así la lenta agonía de otros tantos.
The Jam fundieron la energía, la urgencia y la actitud del punk con el sentido melódico y la estética mod de grupos de los 60 como los Who, los Kinks o Small Faces, demostrando que elegancia y furia no tenían por qué estar reñidas.
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