sábado, 22 de enero de 2011

La delgada línea roja del indie

La bomba saltó el jueves, cuando el Festival de Benicàssim adelantó una nueva tanda de nombres para su edición de este año. The Streets y Mumford & Sons parecían a priori los más jugosos entre el elenco confirmado. Pero hete aquí que de buenas a primeras las redes sociales empezaron a echar humo. La razón era la inclusión en la lista de participantes en el FIB de la mexicana Julieta Venegas. Pronto aparecieron páginas de facebook, hashtags en twitter y comentarios de todo tipo en ambas redes, obra de aquellos a los que la inclusión de Julieta Venegas en el FIB les parecia inapropiada por no tener el suficiente pedigrí indie. La misma cantante, con cuenta en twitter, estuvo ágil y respondió, rápida y respetuosa, a las críticas: "Veo que hay polémica de que vamos al FIB.Para mi es genial poder estar ahí. Me encanta poder ser parte de ese cartel. Gracias", para añadir poco después, en un comprensivo tweet: "La verdad entiendo que haya polémica porque voy. Solo espero dar un show a la altura del festival, que es lo importante".

Julieta Venegas (xmusik)

 ¿A qué viene tanta polémica? ¿Tiene Julieta Venegas menos talento que la media de las bandas que actúan en el FIB? Esto es, cuanto menos, discutible. Parece que el argumento para el rechazo es más bien vender muchos discos, sonar en los 40 Principales y moverse en circuitos alejados del indie. No ser lo suficientemente indie, en definitiva, signifique eso lo que signifique. Porque si de calidad hablamos, nadie puso el grito en el cielo cuando los plomizos Keane fueron cabeza de cartel hace unos años, por poner un ejemplo.

Algunos, con algo más de fundamento, argumentan que la inclusión de Venegas pervierte la línea estilística de un festival que siempre ha mirado hacia el pop británico y, en menor medida, americano, abriendo una espita que puede resultar peligrosa en un futuro. Pero este argumento se cae por su propio peso al comprobar que en los últimos años artistas como Ilegales, Kiko Veneno, Enrique Morente y hasta Mika han pisado los escenarios del festival sin que se armara el actual revuelo. Incluso Leonard Cohen, si nos ponemos estrictos, se aparta de la línea que se le supone al FIB.

Recordaba Joan Vich en twitter que en el 95 hubo una sentada porque los djs de Cosmos pinchaban electrónica. Un par de años después todos los fibers bailaban encantados al ritmo de The Chemicals Brothers y Orbital. La electrónica había traspasado esa línea con que algunos talibanes separan lo que es indie de lo que no. Una línea que incluye algunos grupos y deja fuera otros con criterios a menudo incomprensibles. ¿Qué hubiera pasado si Morente hubiera actuado en el FIB hace diez o quince años, antes de que el flamenco fuera aceptado en el mundo indie a través de la reivindicación de Los Planetas? Cuando Morente fue al FIB ya estaba dentro de la línea, pero dudo que hace unos años hubiera sido considerado cool por los indies. Porque la inflexible línea roja se se vuelve dúctil con el paso del tiempo, según dicten las modas. Lo que hoy es hortera, antiguo o mainstream mañana puede ser cool. Otro ejemplo: Vainica Doble. Reivindicadas ahora, hubieran causado rechazo hace quince años.

Jesús Miguel Marcos señalaba también en twitter algunos nombres que los responsables del FIB podrían tener en cuenta, como Serrat, Julio Bustamante o Andrés Calamaro, y yo añadía, completamente en serio aunque consciente de que son palabras mayores, el de Raphael. Nombres propios de la música popular española de los que, más allá de filias y fobias personales, no habría por qué avergonzarse.

He de dejar claro que no soy en absoluto un fan incondicional de Venegas. De hecho, apenas la sigo. Tiene canciones que me gustan, pero no es una artista que me entusiasme. Eso no evita que me sorprendan y hasta indignen algunas posturas radicales que intuyo tienen más que ver con la pose que con la pasión y curiosidad que se le supone a todo amante de la música. Seguramente sobren etiquetas (indie, mainstream) que han perdido el sentido que un día pudieron tener. Y sobre todo sobra esa línea dentro de la cual caben Keane, The Killers, Lori Meyers o Muse pero no Julieta Venegas, Serrat, Raphael o Beyoncé. Eso hoy; mañana, quién sabe.

3 comentarios:

A_Rigal dijo...

Es increíble que a estas alturas todavía estemos con esa paletada de la separación indie/mainstream y asumiendo que vender muchos discos es solo para grupos malos. Porque el caso con Julieta Venegas es ése, nada de "línea estilística", que como bien dices, por el FIB ha pasado de todo. (El concierto de Kiko Veneno fue un éxito).

Si nos cargamos esa "delgada línea roja", tal vez consigamos que grupos como Lori Meyers, Love of Lesbian o Sidonie ocupen sin complejos el lugar mediático de El Canto del Loco o La Oreja de Van Gogh, cosa que sería muy positiva.

PD: Yo me he unido a lo de Raphael.

Spender dijo...

Es que los fibers se resumen en 3 palabras:

Pose, pose y pose.

Anónimo dijo...

El FIB hace tiempo que le sobra pose, british y gafapastas; considero que Lori Meyers-Sidonie son mucho más comerciales y poco íntegros que Julieta Venegas..........Por cierto que le den por culo a los modernos..........RAPHAEL AL FIB.
P.: El telonero debería ser SAM O
http://www.samoextra.net/

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