
Tras una letra aparentemente ligera y juvenil, 'Friday on my mind' esconde un mensaje sobre la rutina, el hastío y el aburrimiento del día a día, que sólo encuentra efímero bálsamo en el hedonismo del fin de semana. Porque el lunes resulta insufrible ("Monday morning feels so bad, Everybody seems to nag me"), el martes parece remontar ("Coming tuesday I feel better, even my old man looks good"), pero la semana transcurre insoportablemente lenta (Wednesday just don't go"). A la altura del jueves sólo tienes una cosa en mente ("Thursday goes too slow, I've got Friday on my mind"). Entonces llega el viernes y...